ADN político de Petro
Por Rafael Espinel
07 de junio de 2024
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El ácido desoxirribonucleico, ADN, es el responsable de la transmisión hereditaria. Podemos decir que los partidos políticos también transmiten su información a los herederos. Prueba de ello, el M19.
Fundado el 17 de enero de 1974 y dirigido por Jaime Bateman Cayón, se caracterizó por ser una guerrilla urbana, nutrida de pequeña burguesía. Su ADN se gestó con el robo de la espada de Simón Bolívar y el robo de las armas del Cantón Norte, en un despliegue ampliamente publicitado por los medios. Pero, ojo, el robo no se puede romantizar, pues se corre el riego de que algunos seguidores lo vuelvan un vicio hereditario. Ya lo vemos palpable en los presuntos casos de corrupción en la UNGRD, reconocidos ante la justicia por el confeso Olmedo López.
En su ADN está también, obvio, la lucha armada, sobre la cual la dirigencia jamás se ha hecho la autocrítica. El 7 de agosto, en la ceremonia de posesión, el presidente Gustavo Petro esgrimió la espada de Bolívar reivindicando este tipo de lucha. Y quiso declarar Día Cívico el de la fecha en que se fundó su antigua guerrilla.
Desde su creación el M19, fue una organización donde se hacía sin chistar lo que dijera el Comandante Uno, en su orden, Jaime Bateman, Iván Marino Ospina, Álvaro Fayad y Carlos Pizarro Leóngómez, que en marzo de 1990 firmó la paz con el gobierno de Virgilio Barco. Aquí salta a la vista que su otro ADN es la antidemocracia.
¿Cómo se refleja lo anterior en Petro?
¿Aspira a convertirse en dictador? En entrevista a Daniel Coronel y a la revista Cambio, el presidente habló de citar “una Asamblea Nacional Constituyente”. Luego, en Córdoba, dijo que se pueden cambiar unas normas “si el pueblo se declare en poder Constituyente”. Una forma, explicó, puede ser “mediante un cabildo abierto” donde el “pueblo decida”. Ahí todos pueden hablar, pero la última palabra la tiene el Presidente. Otra forma, aplicando el Acuerdo de Paz.
Parece más un candidato vendiendo humo y ofreciendo ilusiones que un presidente gobernando. Petro acaba de afirmar que iba bajar las tarifas de la energía, “pero las Cortes no me dejaron”, a sabiendas de que él es el responsable de los SPD y de que basta una decisión política para bajarlas. Sigue como en campaña ilusionando al pueblo para ganar aplausos, pero luego sus subalternos vuelcan el agua fría, como lo hizo el director de la CREG, Omar Prías, cuando aclaró que “por ahora no bajarán las tarifas de energía en la Costa”. Ante la creciente indignación de la Región Caribe por las impagables tarifas, el presidente Petro se comprometió el 7 de mayo a asumir el total de la deuda por opción tarifaria, pero después el ministro de Minas y Energía aclaró que el pago sería solo para los estratos 1, 2 y 3.
Se continúa dando largas a un problema que demanda soluciones urgentes. Según www.elheraldo.co, el ministro de Minas se reunió con delegados de Air.e y Afinia y les aclaró que “el gobierno requiere de una ley para asumir la deuda de opción tarifaria”. A ese paso, van a acabar diciendo que se precisa una constituyente, como lo sugiere la senadora del Pacto Histórico, Isabel Zuleta: se necesitarán al menos “tres gobiernos para tener una tarifa justa en este país”.
Con razón la gente en la Costa Norte dice: “Aquí ya no le comemos cuento a Petro”.
¡Alerta, ciudadanos! El ADN no miente. Petro no es el cambio, es más de lo mismo.
Cúcuta, junio 2024
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