Algunos temas cruciales de Barranquilla y Atlántico 2021

Ene 19, 2021 | Atlántico, Columnistas

Norman Alarcón Rodas, Barranquilla, enero 19 de 2021 El nuevo año 2021 trae retos enormes para la región Caribe y para todo el país, inmersos en la persistente pandemia del Covid-19 y en un contexto de crisis económica y social ya presente desde antes, como lo prueban las cifras oficiales del DANE. Démosles una mirada […]

Norman Alarcón Rodas, Barranquilla, enero 19 de 2021

El nuevo año 2021 trae retos enormes para la región Caribe y para todo el país, inmersos en la persistente pandemia del Covid-19 y en un contexto de crisis económica y social ya presente desde antes, como lo prueban las cifras oficiales del DANE. Démosles una mirada a varios temas cruciales en el Atlántico y Barranquilla.

Pandemia y vacunación. Colombia se sitúa como octavo país del mundo en número de infectados por el nuevo coronavirus, duodécimo en muertos, veintidós en cuanto a número de pruebas. En materia de infectados por millón de habitantes el promedio es de 8.737, tres veces más que a nivel mundial (2.733) y en cuanto a muertos por millón de habitantes es de 284, tres veces más que el mundial 97,8. * Cifras bien altas también en Barranquilla.

Esta pandemia es la peor que ha afectado a nuestro país en toda su historia, incluso mucho mayor que la gripe española, que llegó en 1918. Empezando porque el sistema económico y social prevaleciente es muy atrasado y dependiente, como débil la estructura sanitaria ocasionada por la Ley 100 de 1993, al punto que el Gobierno de Duque solo destinó el año pasado 2.8% del PIB para los gastos pandémicos, unos de los más bajos a escala internacional. La situación en Barranquilla y el Atlántico, aunque no tan dramática como en el interior del país, es susceptible de nuevos rebrotes con todas sus letales consecuencias. Se requiere un mayor compromiso oficial con recursos económicos, búsqueda de contagios, una política de vacunación seria y con transparencia. Hay que poner a las EPS en cintura y unificar esfuerzos estatales, privados y civiles.

Impuestos y deuda distrital. A fines del 2020 se conoció la situación financiera de Barranquilla y demás entes territoriales según estudio del Departamento Nacional de Planeación, en el cual La Arenosa no sale bien librada, ya que es la única entre 22 capitales que presenta deterioro en el manejo de sus finanzas públicas, con un alto déficit fiscal de 18.8%, elevado endeudamiento de 102.5% y baja calificación del Índice de Desempeño Fiscal de 36,5%. Este último mide la sostenibilidad financiera a la luz de la viabilidad fiscal, recursos propios, endeudamiento, inversión y capacidad de gestión financiera. A pesar de la delicada situación, la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda le aprobó al Distrito un aval para emitir deuda en bonos por $650.000 millones, que hace parte del Plan de Desarrollo Distrital 2020-2023 aprobado por unanimidad por los 21 concejales distritales.

Se entiende entonces cómo Barranquilla ha sido recargada de impuestos, contribuciones, sobretasas y estampillas y también cómo sus últimas administraciones se han dedicado a presentar cantidades de proyectos de todo tipo, concentrando la contratación en pocas manos para desarrollar algunos de ellos y dejando el resto parapetado en cantidades de render sin darse a conocer a donde fueron a parar los cuantiosos recursos que salen de los contribuyentes. Se requiere un seguimiento concienzudo de la ciudadanía a estos temas, ya que los órganos de control están en manos de las élites plutocráticas gobernantes.

Servicios públicos. Desde el 1 de octubre el servicio eléctrico de Atlántico, Magdalena y La Guajira quedó bajo el control de la empresa Aire, de propiedad de un consorcio controlado por Alberto Ríos Velilla, gran amigo de Vargas Lleras. El Gobierno nacional sigue empeñado en ocultar en cuánto se vendieron los activos de Electricaribe. Le da vergüenza el regalo que hizo, y además les encimó la cartera de dos billones de pesos que debió haber condonado por los perjuicios que recibieron los usuarios durante veinte años. Ahora vienen los nuevos contadores inteligentes, sin haber discutido y concertado el tema con el Congreso, los usuarios organizados y la sociedad civil, y además las nuevas alzas tarifarias, que esquilmarán a la población y a los pequeños empresarios. La ciudadanía exige un servicio de calidad, continuo y a precios módicos y pagables.

En cuanto a la Triple A, ha causado extrañeza la destitución de Guillermo Peña como gerente de la empresa, cuyo más acertado logro fue recuperar el servicio de aseo, en manos de un zar de las basuras del interior del país que obtenía inmensas ganancias desde hacía varios lustros. Esta empresa es estratégica para el bienestar de los usuarios de Barranquilla y de 14 municipios atlanticenses, donde está su radio de acción, y se debe aprovechar el embargo del 82,16% de las acciones de los españoles por los grandes desfalcos y despojos sucedidos para que sea una empresa de carácter público de beneficio social.

Ciénaga de Mallorquín. Es muy diciente el abandono en el que han mantenido este humedal, contiguo al mar Caribe, que hace parte del Convenio Ramsar Internacional. En sus orillas viven más de veinte mil personas del corregimiento La Playa, que han sufrido estoicamente durante décadas la desidia oficial. La administración Pumarejo ha presentado un proyecto para desarrollar allí importantes obras que se iniciarían con un Ecoparque. Nadie en sana lógica se opondría al rescate y mejoramiento del cuerpo de agua, pero es importante tener en cuenta las prioridades, una de las cuales es el saneamiento básico de las aguas pútridas que se descargan en la ciénaga provenientes del occidente de Barranquilla a través del arroyo León y que han causado sufrimientos sin cuento a los habitantes del corregimiento barranquillero.

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