Marcelo Roffé, el psicólogo de la Selección Colombia

Jul 18, 2024 | Columnistas, Salud

Marcelo Roffé, el psicólogo de la Selección Colombia

Por Bernardo Useche
18 de julio de 2024

Compartir publicación

Marcelo Roffé, el psicólogo de la Selección Colombia

Hay un video de la celebración en el camerino, luego del triunfo sobre Uruguay en la semifinal. Allí se observa que los jugadores se dan cuenta de que Muñoz permanece en un rincón, “achantado” por su tarjeta roja. Y sin interrumpir la festiva danza tribal de principales y suplentes, lo hacen parte del jolgorio, mientras corean jubilosos su nombre: ¡Dani! Dani! Dani!… Ese video ilustra muy bien un trabajo psicológico grupal de excelencia. La cohesión social lograda por los integrantes de la selección Colombia es evidente.

 

No conozco a Marcelo Roffé, pero bien merece estas líneas. Estoy convencido del sobresaliente rol profesional que ha jugado en la campaña que condujo a la selección Colombia a disputar esta noche la final de la Copa América de futbol con Argentina.

 

Su trabajo corresponde al rol que puede jugar un psicólogo deportivo motivado, estudioso, sistemático y con experiencia, siempre y cuando cuente con condiciones favorables. Es decir, si cuerpo técnico, directivos y jugadores han interiorizado que la preparación física es absolutamente necesaria, que la habilidad técnica y el planteamiento táctico son imprescindibles, pero que sin entrenamiento psicológico individual y colectivo es difícil ganar.

 

Marcelo Roffé ha trabajado con los equipos dirigidos por Néstor Pékerman y Néstor Lorenzo, directores técnicos que entienden y aprecian la función del psicólogo. Marcelo fue el psicólogo de la selección Colombia durante los tres años de la clasificación y participación en el mundial 2014 en Brasil. En sus propias palabras: sin el liderazgo de los entrenadores, no es posible que se le otorgue al psicólogo el lugar justo para que su labor sea productiva.

 

Néstor Lorenzo es muy diferente a Daniel Passarella, quien, cuando fue nombrado director técnico de la selección argentina en 1994, declaró al Clarín de Buenos Aires: “En la concentración no quiero mujeres, ni dietistas, ni psicólogos ni peluqueros: esas son mis reglas” (citado por Roffé en su libro, Psicología del jugador de fútbol). El gran defensa, dos veces campeón mundial con Argentina, hacía gala sin proponérselo de su machismo, soberbia e ignorancia.

 

Bajo el liderazgo de Lorenzo –y con el apoyo de Marcelo Roffé– James Rodríguez renació y pasó de ser suplente sin jugar en el Sao Paulo de un técnico Zubeldía que apenas “imagina que James es una buena persona”, a ser el “Jugador Más Valioso” (MVP) de la Copa América.

 

Marcelo conoce bien a James. James participó en el estudio sobre los penaltis, que el psicólogo realizó con arqueros, ejecutores y técnicos de jerarquía mundial. La investigación encontró que, sin entrenamiento mental, el jugador más habilidoso puede errar un penalti. Eso nos ocurrió con Davinson Sánchez y Yerry Mina ese triste 6 de julio hace 3 años, cuando el Dibu Martínez logró descontrolar sus nervios.

 

Los psicólogos sabemos el poder del entrenamiento psicológico, por ejemplo, mediante técnicas de relajación muscular asociadas con prácticas de visualización de la jugada, en preparación para manejar la presión emocional externa e interna en el momento de patear. Contra Uruguay, Yerry Mina y Davinson Sánchez hicieron despliegue de una gran condición física y mostraron que se encuentran preparados psicológicamente para vencer al portero argentino.

 

Maradona desperdició cobros desde el tiro penal en partidos decisivos. Los errores de los jugadores del Boca Juniors en la tanda de penaltis y la atajada de Henao coronaron al Once Caldas Campeón de la Copa Libertadores de América.

 

Messi ha errado aproximadamente uno (1) de cada cuatro (4) penaltis que ha ejecutado en su larga y brillante carrera, y ni hablar de Martín Palermo, el mismo que hace 25 años y 10 días botó tres (3) penaltis en el partido que Colombia le ganó a Argentina 3-0 en una Copa América como esta.

 

Todos vimos a James exhalar profundo y fuerte antes de patear el penalti en el partido contra Panamá. Allí hay un trabajo psicológico individual de excelencia. La nueva tecnología en la transmisión de los partidos nos permitió ver en el rostro del jugador la expresión de seguridad en sí mismo (Roffé la llama autoconfianza) y la concentración que elimina la interferencia del entorno. Lo que cuenta es el “aquí y el ahora” y luego el estado de “flow” que acompaña el desplazamiento hacia el balón y la técnica con que el 10 le pega y lo envía a la red.

 

No deja de ser paradójico que sean Lorenzo y su grupo de entrenadores argentinos, en el que se encuentra Marcelo Roffé, el que haya logrado acoplar física, técnica, estratégica y mentalmente el talento de cada uno de los formidables futbolistas de la selección Colombia que esta noche salen a la cancha, preparados para derrotar al campeón del mundo: Argentina.

 

Nota obligada y pertinente:

 

En Colombia, hay excelentes psicólogas y psicólogos deportivos prestando sus servicios en los clubes profesionales.

Sigue a Bernardo Useche en sus redes sociales


Únete al canal de WhatsApp de Dignidad & Compromiso


Suscríbete a nuestras noticias


Únete al voluntariado de Dignidad & Compromiso

Buscar artículo








Entradas recientes

Categorías

Autor