La reforma tributaria de Duque y Carrasquilla actúa como levadura que hace crecer la indignación social, iniciativa que es la cereza del pastel en un nefasto gobierno. A pesar del grave repunte de la pandemia, el inconformismo es tal que el paro del 28 de abril promete ser masivo y con diversas expresiones de creativa indignación.
La evidencia demuestra que la tercera reforma tributaria de Duque es la consecuencia de los nefastos efectos de la anterior. Los beneficios tributarios que el presidente otorgó a los grandes capitales se estiman en caída de ingresos en impuestos en 9,4 billones para 2021. El engendro tributario que se tramita en el Congreso no es de autoría de Duque, pues fueron la OCDE, el FMI y economistas puestos a dedo por Carrasquilla quienes salieron con la genialidad de apretar a las clases medias y bajas para resolver el desastre tributario de la reforma anterior.
Atendiendo los dictados de la OCDE y el FMI, organizaciones con un marcado sesgo ideológico1, la reforma tributaria concentra el recaudo en el IVA, impuesto regresivo que paga en la misma proporción el magnate Sarmiento Angulo o la persona más desamparada del país, y en nuevos contribuyentes de ingresos medios. Cerca del 80% de los 31 billones que se recaudarán recaen en sectores medios y bajos del país. ¿Cómo? Poniendo IVA a alimentos de manera indirecta a través de ponerle IVA a la cadena de producción de los mismos; con IVA a servicios públicos de estratos 4, 5 y 6; con IVA al internet ¡en medio de la pandemia! desde el estrato 3, con impuesto a los combustibles e incluso a los vehículos eléctricos; con cobro de renta a quienes ganen 2,3 millones mensuales en 2024 ¡van por los jóvenes recién egresados!; entre otros.
La reforma cuenta, además, con una microreforma al sistema de financiación del cine y la producción audiovisual, borrando las sufridas victorias alcanzadas por las reivindicaciones del sector en años anteriores. Y por si fuera poco, contempla un pase libre a Duque para suprimir y fusionar entidades del Estado. Peor imposible.
Indigna que la reforma tributaria sea presentada con demagogia y engaño, asumiendo que la gente es estúpida. Duque miente con que no es una reforma tributaria; los hijos de Uribe, los mismos que se hicieron ricos con beneficios tributarios como lo explicó el Senador Robledo en 20092, posan de superhéroes para maquillar la reforma; y Uribe dice que no apoya la reforma, no por ser mala sino porque le hace daño a su partido.
Por el contenido y por la forma, la protesta pacífica, creativa y masiva debe tumbar la reforma tributaria. El paro del 28 de abril es una excelente oportunidad para demostrar el descontento, que es generalizado desde trabajadores hasta empresarios, pasando por estudiantes, docentes universitarios, actores y productores audiovisuales. Y claro, como la pandemia preocupa, si usted prefiere no salir a marchar puede sumarse a la jornada desde la ventana de su casa, con cacerola y cuchara en mano.
Nota 1: Mientras la tributaria se lleva los focos, en las comisiones séptimas de Senado y Cámara se tramita una perversa reforma a la salud. La prima de la tributaria, que además de garantizar la concentración del negocio de la salud, contiene una reforma laboral y otra reforma educativa del sector salud.
Nota 2: Un estudio publicado en Journal of Public Health3 de EE.UU. encontró que la propagación de la COVID tras más de 800 jornadas de protestas del Black Lifes Matter fue estadísticamente insignificante. Evidencia relevante que de ninguna manera elimina o mitiga el riesgo. Por lo anterior, hay que usar correctamente el tapabocas durante toda la jornada, mantener distanciamiento y realizar constante lavado de manos.
[1] Al respecto ver: “La ideología de la OCDE y las protestas en Colombia”. https://www.cedesip.org/la-ideologia-de-la-ocde-y-las-protestas-en-colombia/
[2] Jorge Robledo. “Los negocios de los hijos de Uribe”. Disponible en https://jorgerobledo.com/wp-content/uploads/2018/04/NEGOCIOS-DE-LOS-HIJOS-DEL-PRESIDENTE.pdf.
[3] Neyman y Dalsey. “Black Lives Matter protests and COVID-19 cases: relationship in two databases”. Journal of Public Health. Disponible en: https://academic.oup.com/jpubhealth/advance-article/doi/10.1093/pubmed/fdaa212/5992372