¿Y pa cuando la salud mental?
Por Natalia Hernández
01 de agosto de 2024
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El tema de la salud mental ha cobrado una importancia sin precedentes como consecuencia de la pandemia. Este episodio global trajo consigo una ola de afectaciones en la salud mental de la población, y Colombia no ha sido la excepción. A febrero de este año, se reveló que la depresión es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.
En nuestro país, la situación es particularmente alarmante. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 3,8% de la población mundial padece depresión. Sin embargo, en Colombia, esa cifra se eleva al 4,7%, situándonos por encima del promedio mundial. Estos datos subrayan la urgencia de abordar la salud mental como una prioridad nacional.
Lo más preocupante es que, según el Observatorio Nacional de Salud, solo el 20% de las personas diagnosticadas con depresión reciben atención especializada. Además, de cada 10 colombianos, solo 1 recibe el tratamiento adecuado. Esta falta de acceso a servicios de salud mental adecuados agrava la situación, dejando a la mayoría de los afectados sin el apoyo necesario para superar sus problemas.
Esta problemática no se limita a los adultos. El Ministerio de Salud ha revelado que el 44,7% de los niños y niñas en Colombia muestran signos iniciales de afectación en su salud mental. En el primer trimestre de 2024, se reportaron 140 suicidios entre niños, niñas y adolescentes. Estas cifras son un llamado de atención urgente para implementar medidas que protejan la salud mental de la juventud y de la infancia.
¿Qué sucede en Bogotá?
En 2023, las Naciones Unidas realizaron un estudio sobre la salud mental de los bogotanos. Las cifras no sorprenden al compararlas con la realidad: casi 900 mil personas se sienten nada o poco satisfechas con su estado de ánimo, siendo las mujeres las más afectadas. Las localidades con menor satisfacción anímica son Chapinero, con un 20%, y Usme, con un 19%.
Las oportunidades que el país y la ciudad ofrecen en empleo, educación y calidad de vida no son suficientes y ello tiene una afectación directa en la salud mental. En Bogotá, el 81,9% de los desempleados son cesantes, y entre los jóvenes Nini, la cifra asciende al 18,5%. No es sorprendente que en Bogotá los estratos 1 y 2 presenten las mayores valoraciones negativas en su estado de ánimo.
Según dicho informe la pérdida del empleo fue uno de los factores que más afecto durante la pandemia el 35.2 % de las personas perdieron su trabajo; el 33.84 % de son hombres y el 36.19% mujeres. Los porcentajes más altos en pérdida de empleo fueron las localidades Santa Fe, Tunjuelito y los mártires. Debido a ello las dificultades económicas que se atravesaron fueron una de las dos situaciones a más frecuentes con un porcentaje de 51.96, la otra fue perdida de algún ser querido.
Como si lo anterior no fuera suficientemente grave, el estudio hace referencia a solo algunas de dificultades significativas en el acceso a la atención de salud mental. Entre estos obstáculos se encuentran el tiempo de espera para la asignación de citas y la demora excesiva por parte de las EPS para otorgar autorizaciones, entre otros.
Si bien es cierto que se han logrado avances en el país en materia de salud mental, como la promulgación de la Ley 1616 de 2013, lo preocupante es que en la práctica los diferentes gobiernos no hayan logrado garantizar este derecho. Esto se debe a que ignoran dos aspectos fundamentales: en primer lugar, no reconocen la relevancia que tiene el tema de la salud mental; y en segundo lugar, no se han generado las condiciones necesarias a nivel económico y de garantía de derechos para evitar que situaciones como el hambre y el desempleo afecten de manera tan significativa la salud mental de la población.
¡Sin excusas! ¡Es hora de atender la salud mental!
Es vital que el gobierno nacional y Distrital prioricen la salud mental como una cuestión fundamental. En su programa de gobierno el presidente Petro se compromete a realizar “una estrategia de promoción, prevención y atención en materia de salud mental”, sin embargo, hasta el momento lo que demuestran las cifras es que no hay avances significativos y eso nos permite preguntarle al gobierno nacional ¿Y la salud mental pa cuándo?
Pero además el alcalde de Bogotá no propone en su plan de desarrollo una verdadera atención psicosocial y las metas que establece son en realidad muy bajas para poder atender la salud mental de los bogotanos. Lo que Galán debe hacer es implementar medidas que permitan una correcta atención de la salud como, por ejemplo; el fortalecimiento del Comité Consultivo Distrital de Salud Mental, es importante financiar e implementar programas efectivos a partir de dichos comités establecidos en la ley 1616.
Asimismo, en el ámbito de la Educación e Integración Social, es necesario establecer Centros de Educación en salud mental y salud sexual en la ciudad en lugares como las casas de juventud, abarcando tanto instituciones educativas de nivel primario, secundario y superior públicas, como todas las casas de la juventud.
https://www.unicef.org/colombia/comunicados-prensa/de-salud-mental-s%C3%AD-hablamos-unicef-colombia-propone-abrir-una-conversaci%C3%B3n-sobre
https://www.infobae.com/colombia/2024/04/24/la-tecnologia-podria-ayudar-a-disminuir-el-porcentaje-de-colombianos-que-sufren-problemas-de-salud-mental/
https://www.larepublica.co/salud-ejecutiva/niveles-de-depresion-en-colombia-segun-la-organizacion-mundial-de-la-salud-3780488
https://www.elcolombiano.com/tendencias/colombia-por-encima-del-promedio-mundia-depresion-CF23731434
https://www.unodc.org/rocol/es/noticias/la-secretara-distrital-de-salud-de-bogot-y-naciones-unidas-publican-el-informe-completo-del-primer-estudio-de-salud-mental-a-nivel-distrital.html
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