Declaración del precandidato presidencial Sergio Fajardo

Dic 9, 2025

Colombia está ‘MAMADA’ de la polarización. He recorrido el país en múltiples oportunidades, caminado por muchos rincones de Colombia y escuchado conversaciones de todo tipo. Este año, encuentro una Colombia completamente
diferente. Es un país con divisiones, malestares, rabias, frustraciones y mucha incertidumbre. La polarización comenzó en el 2016 con el tema del plebiscito y hoy, está en un nivel nunca antes visto. La primera consecuencia fue el triunfo de Iván Duque en el 2018. Aumentó considerablemente con el estallido social del 2021 y fue fundamental para la elección de Gustavo Petro. Hoy Colombia está AGOTADA.

El gran peligro es quedarnos atrapados en esta polarización. Es el terreno preferido por los extremos, pues divide el país en dos bandos de enemigos y aumenta la confrontación. Todo lo contrario de lo que hoy necesita Colombia: una política pragmática, que mira hacia Adelante, resuelve problemas acumulados y tiene la capacidad de unirnos. Una política que entiende, reconoce y sabe avanzar en la solución de las profundas desigualdades entre personas y regiones de nuestro país, que tiene la capacidad para garantizar la seguridad que hoy reclaman con angustia en todos los rincones de Colombia y que ha demostrado que la corrupción se puede derrotar y se puede construir una cultura ciudadana para una
sana convivencia.

La situación de Colombia requiere un gobierno que represente no solo a personas del llamado centro, sino a personas moderadas desde la izquierda, hasta la derecha que quieren soluciones a partir de ACUERDOS y consensos básicos, reunidos alrededor de un nuevo relato de futuro.

Desde esta perspectiva, el centro existe, pero no es suficiente. Necesitamos una nueva mayoría.

Nuestra propuesta parte de una convicción esencial: el futuro que el país necesita no se construye desde la lógica de unos contra otros. El enemigo de los colombianos no son los colombianos mismos; nuestros verdaderos adversarios son la corrupción, los radicalismos, los odios, las venganzas, el lenguaje violento y la violencia criminal que afecta barrios y regiones.

Por eso busco —y buscaré— en todos los colores y pensamientos a quienes quieren derrotar estos desafíos, con una única condición: el respeto a la institucionalidad y a la Constitución, nuestro verdadero pacto social, que debemos proteger con toda la fuerza de la democracia.

En este contexto, las consultas NO son el camino: terminan por beneficiar a los extremos, dividen al país entre unos contra otros y el centro queda estrangulado. Pierde. El reto real es quién puede sumar y unir una nueva mayoría para el futuro.

Respeto a las personas con quienes me unen muchos puntos de vista y que van a participar en consultas. Cada quien tiene sus intereses y es legítimo buscarlos. Sin embargo, creo que hay otras alternativas para propiciar la unión. El camino es largo y espero que sea posible reagruparnos alrededor de la fuerza, el equipo y la persona que pueda ganar en la segunda vuelta a cualquier extremo. La que pueda ganar, sumando sensatos y moderados de todas partes, a los radicales Cepeda y De la Espriella. La que convoque a la mayoría silenciosa.

Nuestro proyecto está más fuerte que nunca. Aprendimos las lecciones del pasado. Lo vemos en las calles y en las encuestas que corroboran que somos los únicos capaces de ganarle a los extremos. Necesitamos una nueva coalición política, social y territorial, que supere el caos de los extremos y quiero ser su representante. Las puertas están abiertas para encontrarnos. Adelante con Fajardo.

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