Bogotá necesita promover la igualdad de género empresarial

En la constante lucha mundial por la igualdad de género, es crucial avanzar en la inclusión económica de las mujeres. De esto depende en buena medida el crecimiento económico del futuro.

Por María Alejandra Osorio
24 de abril de 2024

Compartir publicación

Alejandra Osorio género

Aún persisten numerosos desafíos para que la participación de las mujeres en el ámbito laboral y empresarial se dé con equidad de género.

 

Superar este desafío no solo brindaría beneficios para ellas, sino para toda la sociedad. De acuerdo con ONU Mujeres, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral impulsa el crecimiento económico y social.

 

De hecho, se estima que el fomento de la diversificación y la igualdad de ingresos puede incrementar la economía mundial en alrededor de 7 trillones de dólares, según Moody ‘s Analytics.

 

Para lograr esto se necesita, como primera medida, la inclusión económica, que las mujeres participen en igualdad de condiciones en el trabajo decente, accedan a los mercados y controlen sus recursos y decisiones económicas.

 

El mundo aún está lejos de alcanzar la igualdad de género

 

A nivel mundial, 1 de cada 10 mujeres está en condición de pobreza extrema, con el agravante de que la brecha salarial es del 20%, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta cifra puede ser superior en países donde prevalece el trabajo informal, como es el caso de Colombia.

 

Además, la brecha de género en el acceso a productos financieros es del 6%, y en la participación laboral se ha mantenido en el 30% desde 1990, de acuerdo con ONU Mujeres.

 

Por si lo anterior fuera poco, las mujeres enfrentan obstáculos adicionales en el ámbito empresarial. Aunque la tasa de creación de empresas es similar, 10,1% en mujeres y 12,6% en hombres, la brecha se amplía a medida que avanza el ciclo empresarial, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Es decir, a medida que aumenta el tamaño de la empresa, menor es la participación de las mujeres y mayor es la brecha de género.

 

Adicionalmente, en países de ingresos medianos y bajos, donde las opciones de trabajo formal son limitadas, se observan altas tasas de emprendimiento entre las mujeres.

 

Esto, que a primera vista puede parecer positivo, revela la relación entre el autoempleo y el emprendimiento para las mujeres en estas regiones, de acuerdo con el GEM, lo que a su vez es un reflejo de las mayores dificultades que tienen para encontrar trabajo.

 

Tendencias que se reflejan en Bogotá y Cundinamarca

 

Según el observatorio de la Cámara de Comercio de Bogotá, el 56% de las empresas constituidas legalmente son personas naturales, de las cuales solo el 43,5% son propiedad de mujeres.

 

La mayoría de estas unidades productivas son microempresas, representando el 45%; mientras que las pequeñas, medianas y grandes empresas conforman el 24%, 15% y 19%, respectivamente.

 

Esto se da en el contexto de una tasa nacional de desempleo del 9,4% en hombres y del 14,7% en mujeres durante febrero de 2024, lo que resulta en una brecha de 5,3 puntos porcentuales, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

 

Estas cifras ratifican la idea de que las tendencias en la creación de empresas pueden explicarse como una alternativa a la que recurren las mujeres cuando no pueden conseguir empleos formales que les proporcionen sustento, haciendo que el autoempleo se convierta en su opción más viable.

 

Obstáculos al liderazgo de las mujeres en las empresas de Bogotá y la región

 

En las empresas con registro mercantil, los principales tomadores de decisiones son hombres. Estos representan un 37% frente al 27% de las mujeres, según el observatorio de la Cámara de Comercio de Bogotá.

 

Sin embargo, cuando una mujer ocupa un puesto de toma de decisiones en la empresa, el porcentaje de mujeres tomando decisiones se eleva hasta aproximadamente el 70%, mientras que cuando es un hombre quien toma las decisiones, las mujeres sólo llegan a ocupar alrededor del 21,8% de los cargos directivos.

 

Por tanto, la lucha por la igualdad de género en sus diferentes dimensiones se convierte en un aspecto clave de la cultura organizacional que requiere atención y trabajo continuo.

 

Los datos evidencian que las mujeres enfrentan desafíos significativos en el ámbito laboral y empresarial, desde una considerable brecha de género en la creación de empresas hasta la subrepresentación en roles de liderazgo. Esto último está relacionado con el llamado techo de cristal, un fenómeno en el que las mujeres enfrentan barreras invisibles, pero reales, para ascender en las organizaciones.

 

Se deben reconocer los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo laboral y empresarial, así como el papel crucial que desempeñan en el crecimiento económico y la innovación.

 

Es fundamental continuar el trabajo para alcanzar la igualdad de género en todas las áreas, desde el acceso al empleo hasta la representación en puestos directivos. Esto no solo conducirá a crear más riqueza, sino que permitirá construir una sociedad más justa y próspera.

Sigue a Alejandra Osorio en sus redes sociales

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...