Las elecciones sindicales, Ecopetrol y la transición energética

Gustavo Triana Suárez

9 de mayo de 2023

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Gustavo Triana, Ex-dirigente Nacional de la USO y de la Central Unitaria de los Trabajadores – CUT

9 de mayo de 2023

El debate

¿Qué está en juego en estas elecciones sindicales del 26 de mayo? En estas elecciones sindicales está en juego discutir con el gobierno de Gustavo Petro y su ministra de minas y energía, la vigencia o no de Ecopetrol y si es correcta o no la transición energética que están planteando. La cual no solo es insensata, sino aventurera, como Robledo muy bien la ha denominado: “Un salto al vacío”.
A Santander, a Barrancabermeja y a la USO les corresponde, en primer orden, defender a Ecopetrol.

La USO y los sindicalistas de este departamento van a votar en las elecciones sindicales del 26 de Mayo, y es clave que elijan, entre esos dirigentes que van a asumir un periodo de 4 años en la Central Unitaria de Trabajadores, a dirigentes que entiendan la necesidad de defender a Ecopetrol y de abordar el asunto de la transición energética desde puntos de vista rigurosos y ante todo, desde una visión que ponga por delante la soberanía económica y energética del país. En tal sentido, los candidatos que estamos apoyando desde Dignidad & Compromiso, tienen muy claro este asunto.

Sobre la Transición energética

Hay que partir de reconocer que hay una gran crisis climática en el planeta, causada por la emisión de gases de efecto invernadero, producidos en gran medida por la combustión de energeticos de origen fósil: Petróleo, gas y carbón. Es cierto que hay una inmensa contaminación que pone en riesgo la calidad de vida en el planeta. Es un asunto que está más que probado. Ha habido días de alarma máxima en ciudades como Medellín, porque la cantidad de gases en la atmósfera ponen en peligro la salud de las personas; también el Bogotá. Realidades que antes solo ocurrían en Pekín, Shanghái, El cairo, Nueva York, entre otras ciudades populosas del mundo.

De igual manera se registra caida de lluvias ácidas y cambios drásticos en el clima que van desde lluvias sin antecedentes, a períodos de gran sequía como el que está viviendo Argentina, la larga sequía en España en la cuenca del Guadalquivir, una zona arrocera que completa 10 años sin lluvia.

Los verdaderos Responsables

¿Quiénes son los responsables de esta crisis climática? ¿La humanidad en su conjunto? ¿O un grupo de potencias económicas? ¿A alguien le cabe la mayor responsabilidad? ¿Cómo tratamos este problema?

Partiendo de una lectura objetiva de los hechos, hay que señalar lo siguiente: Los responsables principales de esta crisis del clima son las potencias económicas mundiales, encabezadas por Estados Unidos, hoy el país responsable de las mayores emisiones. Luego vienen China, India, los países de la Unión Europea, Japón, entre otros pocos.

Son estos países los que tienen un altísimo grado de responsabilidad en el asunto, los que deben concurrir a ayudar a resolverlo.

Mientras Colombia consume 350 mil barriles de petróleo-día y emite solo el 0,3% del total de los gases de efecto invernadero, Estados Unidos consumen diariamente 20 millones de barriles de crudo y emite el 14% de esos gases. Estados Unidos tiene solo 300 millones de habitantes y comparado con China que consume 14 millones de barriles al día y emite el 30% del CO2 con una población de 1500 millones, permite colegir sin dificultad que es la potencia con mayor grado de responsabilidad en esta cuestión, los norteamericanos tienen el mayor consumo per capita de energía del mundo. ¿Dónde está el exceso? ¿Dónde está la sociedad de consumo? ¿Dónde está el desperdicio de energía? En Estados Unidos, evidentemente.

Como conclusión de lo anterior, es claro que no tenemos que ser nosotros quienes nos aventuremos a tomar medidas precipitadas, tales como dejar de explorar gas y petróleo en Colombia, perder el autoabastecimiento y terminar importandolos de

Estados Unidos a precios exorbitantes. Solo tenemos reservas probadas de hidrocarburos para máximo ocho años.

Si comparamos la producción de gas entre Colombia y Estados Unidos, la diferencia es más desproporcionada. Estados Unidos produce diariamente 975.000 millones de pies cúbicos de gas, de los cuales exporta gran parte de ellos, entretanto nosotros producimos 1.700 millones de pies cúbicos de gas. ¿Entonces, quién tiene que tomar las medidas? ¿Nosotros o Estados Unidos? Pues al presidente de la República y a la ministra de Minas, se les ha ocurrido que debemos ser nosotros quienes tomemos esos riegos, como si fuera fácil hacerlo.

¿Será que entienden las implicaciones de lo que semejante decisión implica?
A la sazón vale la pena preguntar ¿Qué se ha hecho o viene haciendo para reemplazar el parque automotor colombiano? ¿Para pasarlo de motores de combustibles fósiles a energía eléctrica? Nada. No es fácil ¿cómo hacemos la conversión del gas domiciliario a estufas y calefación con electricidad y eso como afecta la economía de las familias?

Ahora aclaremos falsedades con las que se engaña. En primer lugar, no es cierto que es más barata la energía solar y otras alternativas; son más costosas. Tampoco es cierto que sean radicalmente menos contaminante, ya que para construir los paneles solares se requiere explotar minas de litio y silicio y para convertir el parque automotor en un parque automotor que funciones con energía eléctrica, hay que centuplicar el consumo de cobre. Si hay una explotación altísimamente contaminante, esa es la del cobre, porque el mineral de cobre primero hay que tratarlo con agua y poderlo llevar a las refinerías. No es cierto entonces que sea fácil y que sea limpio pasarnos ya a motores eléctricos; lograrlo le traerá altos costos a la humanidad. Igual ocurre con la energía eólica, la de olas, la nuclear y demás.

Los países altamente industrializados no están asumiendo estos riesgos. En este contexto, la propuesta de Gustavo Petro equivale a mandarnos a la aventura, a que el país de un salto al vacío, sin contar con un plan de transición gradual, debidamente presupuestado y sin afectar las finanzas del país y de las regiones petroleras.
Absurda propuesta de cambiar el uso de recursos fósiles sin asegurar antes con qué vamos a reemplazarlos. Eso es lo que significa su decisión de no firmar más contratos de exploración petrolera.

Colombia solamente tiene, según la dependencia de estadísticas del Ministerio de Energía y reconocido por la Asociación Colombiana del Petróleo, gas para 6 años y petróleo para máximo 12 años ¿Y al cabo de los 6 años y de los 12 años tendremos que importar? ¿Qué se ha hecho para reemplazar esa energía, por ejemplo? No nos engañemos, no se ha hecho absolutamente nada.
¿Y con qué vamos a reemplazar el gas domiciliario? ¿Nos colocaran en la gran dificultad de ser importadores? Echemos un vistazo entonces a Europa, miremos el precio que está pagando Alemania, España y Francia por dejar de consumir gas de Rusia debido a la guerra de Ucrania y tener que importarlo todo de Estados Unidos, Argelia y Túnez.

Estados Unidos es hoy el vendedor principal de gas a Europa y por eso nos están imponiendo esta política de no exploración, mientras para ellos tienen la política contraria. Estados Unidos tiene garantizada su actual producción de gas y no paran la exploración ni la explotación. Hace rato sobrepasó a todos los países productores de petróleo, incluida Arabia Saudita, y es el mayor productor de gas del mundo y de crudo del mundo. Tiene garantizado petróleo y gas, a los ritmos de explotación de hoy, hasta el año 2070.

China, por su parte, tiene presupuestado que bajará el consumo actual de petróleo al 50% en el año 2060, y nosotros estamos pensando en resolver este problema en par patadas, en 10 años.

Ahora bien, supongamos que Petro imponga esta nefasta política de no exploración ¿Se salva el planeta si nosotros dejamos de quemar 350.000 barriles diarios de petróleo, mientras el mundo sigue quemando cien millones diarios? No, no se salva.

La única forma de salvarlo es que las potencias se comprometan a reducir drásticamente su descomunal consumo de carbón, petróleo y gas. Una solución distinta a esta es pura demagogia… Una estafa del Gobierno de Petro y de su ministrar minas. Pero lo más grave es que el movimiento sindical (Movimiento sindical que debería ser la fuerza más avanzada en la sociedad, la más metida en la lucha política, que tiene claro el asunto de la soberanía) deje pasar esto y por el contrario aplauda y salga a desfilar como lo hizo el pasado 1 de Mayo respaldando estas falacias.

Pero aún más grave todavía, es que la USO, esté adoptando un largo silencio frente a este problema. Y es grave porque esto se va a llevar en los cachos a Ecopetrol, la empresa que ha costado 100 años de largas luchas y que es indiscutiblemente el principal patrimonio de los colombianos. Y tambien se va a llevar en los cachos las finanzas del país. Ecopetrol el año pasado tuvo estos resultados financieros: 33.4 billones de pesos de utilidades (el 88% del estado), después de transferir en el año 2022, 42.4 billones de pesos a la Nación a través de dividendos, regalías e impuestos.

Una mentira como una gran montaña

Hay además otra mentira y la vamos a discutir en estas elecciones sindicales, una mentira del tamaño de una montaña en este asunto. El petróleo lo vamos a seguir necesitando para producir fertilizantes nitrogenados, para producir abonos, para producir fungicidas, para producir partes para la industria. Las cabinas de los vehículos, por ejemplo, son hechas de derivados del petróleo, ya no son de hierro, son de un polimero producido a partir del petróleo. Toda la industria actual de las comunicaciones, teléfonos, cámaras, equipos de sonido, tienen un componente alto de polímeros derivados del petróleo. La industria química, la industria farmacéutica, la inmensa mayoría de las sustancias para remover el maquillaje, para humectarse la piel, ¡hasta las gafas que usamos!, son derivados del petróleo. El vestido, casi nadie usa una prenda ciento por ciento de algodón.

Los componentes del calzado son polímeros ¿Entonces qué hacemos? ¿Dejamos de buscar petróleo? ¿Nos dedicamos a limpiar el planeta y después todos los derivados que necesitamos los compramos a Estados Unidos? ¡Negocio tan pendejo!

El petróleo va a seguir vigente unos siglos más, pues el petróleo no es solamente cuestión energética. Es materia prima para otro montón de productos, incluida la producción de alimentos, pues es la principal fuente para fabricar fertilizantes nitrogenados.

Nuestra corriente
Un asunto clave de estas elecciones sindicales, es que nos está permitiendo dar este debate entre las personas más entendidas y más metidas en la lucha política y social de la nación.

Esta corriente sindical por la cual estamos pidiendo el voto, le ayudará a aclarar esta situación al país, ayudará a precisar que la transición energética se requiere, pero esta debe ser planeada sin perder la soberanía energética del país, sin crearle problemas a Colombia que serían económicamente catastróficos. No podemos convertir a Colombia en importador de gas y de petróleo, cuando por el contrario debemos explotar al máximo el que tenemos para industrializar al país y para proporcionar las finanzas que requieren una transición planeada y que realmente le sirva a la economía y al bienestar de la población. Esto es lo que representan los candidatos de TRIBUNA SINDICAL, es una posición valiente y esclarecedora que tenemos que defender votando masivamente en las elecciones sindicales de la CUT, del 26 de mayo de 2023.

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