La llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia despertó todo tipo de sentimientos tanto al interior como al exterior del país. No era para menos, los colombianos sumidos en una profunda crisis causada por más de treinta años de neoliberalismo eligieron a Petro, quien se jacta y vendió la imagen de ejercer un Gobierno de Izquierda. Petro tiene un ejército publicitario, conocido como “Las Bodegas”, que se trata de centenares de personas pagadas, que utilizan las redes sociales para “limpiar” y fortalecer su imagen y “destruir” o volver trizas a quienes osen contradecirlo o hacerle algún tipo de oposición. Desde la ceremonia de su investidura como presidente, aquel 7 de agosto de 2022, quiso causar su primer impacto exigiendo la espada del Libertador Simón Bolívar, utilizada en las grandes batallas como la del 7 de agosto de 1819. ¡Cuánta diferencia –un abismo– entre un Libertador del yugo imperialista español, a un Petro postrado al Norteamericano! Esa espada había sido asaltada la noche del 17 de enero de 1974 por la recién nacida guerrilla del M-19, que robó la espada del Libertador de la Quinta de Bolívar, en Bogotá.

Ese grupo armado ilegal se dio a conocer por el asesinato de José Raquel Mercado Martínez, un dirigente sindical cartagenero de 63 años al cual habían secuestrado el 15 de febrero de 1976 y luego asesinado el 19 de abril de ese año. Mercado era el presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), en ese momento una de las principales centrales obreras del país, afirman Wikipedia y el Centro de Memoria Histórica. También el miércoles 6 de noviembre de 1985, el M-19 hizo la cruenta toma del Palacio de Justicia, que según Wikipedia mantuvo a cerca de 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes del Palacio de Justicia.​ Dicha incursión tuvo la reacción de la Policía y el Ejército Nacional, iniciando una operación de retoma hasta el jueves 7 de noviembre de 1985. Los hechos dejaron un saldo de 101 muertos, entre ellos 11 magistrados, y 11 personas más también fueron consideradas desaparecidas.

La agencia de noticias EFE reveló el 27 de abril de 2024: “El presidente Gustavo Petro pidió exhibir la bandera de la guerrilla del M-19, de la que formó parte en su juventud”. En un acto público en un colegio de Zipaquirá, conmemoró el asesinato hace 34 años del excomandante guerrillero Carlos Pizarro. “No les gusta que la saquemos, pero no va a estar debajo de los colchones. Hoy se conmemora un año más del asesinato de Carlos Pizarro”, dijo. Pero, además, muchos colombianos se indignaron al conocer el comunicado de Petro, según el cual, “el sombrero de Carlos Pizarro Leongómez es reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación”. Petro recibió el sombrero de manos de exiliados del M-19 radicados en Suecia. El mandatario lideró el acto de develación del sombrero y el Ministerio de las Culturas, por resolución 218 del 17 de junio de 2024, reconoció el sombrero como Patrimonio Cultural de la Nación.

El exsenador Jorge Robledo en el artículo de MásColombia de este 22 de junio, “No sumarle un error a otro error”, afirma: “El M-19 fue una organización armada que durante 16 años robó, secuestró y mató, le hizo un daño enorme a las ideas democráticas y afectó negativamente el empleo y la generación de riqueza en Colombia. Y Pizarro fue comandante en jefe de esa guerrilla y responsable de incontables actuaciones repudiables”. ¡Es necesario el debate sobre esas aventuras de Petro!

Cartagena – Bolívar, viernes 28 de junio de 2024

JOSÉ ARLEX ARIAS ARIAS

Comunicador Social – Periodista

arlexariasarias@yahoo.com