Se está desaprovechando una oportunidad histórica de reformar el sistema de salud

14 de marzo de 2023

El partido Dignidad & Compromiso, luego de revisar y discutir la propuesta presentada del Gobierno nacional de reforma a la salud, considera:


  • Una reforma a la salud es absolutamente necesaria dada la crisis del sector, caracterizada por la presencia que han tenido dentro del sistema distintas formas de corrupción, los problemas financieros del aseguramiento, las exorbitantes ganancias de las EPS a costa de la calidad del servicio, las billonarias deudas a las IPS y las inequidades en salud que no son sólo geográficas, sino de nivel socioeconómico y entre los regímenes contributivo y subsidiado.


  • El diagnóstico que sustenta la propuesta de gobierno es parcial y desdibuja consensos que ya se tienen en el sector sobre las necesidades de reforma. Los defensores del modelo actual, que se resisten al cambio, no tienen una contraparte con rigor y escucha para construir consensos. En ese desorden la ciudadanía observa cómo se pierde la posibilidad de liderar un debate objetivo y real sobre la situación de salud en el país.


  • El tipo de enfoque del actual gobierno hacia el aseguramiento destruye capacidades e imposibilita un acuerdo objetivo que ponga en cintura, territorialice y evite concentraciones de poder por parte de las EPS. Debe plantearse una reforma que visibilice de manera sencilla y clara para toda la población la situación del aseguramiento en Colombia, identifique y regule las ganancias, fortalezca el control a estas entidades, y realice una territorialización ordenada combinando entidades de carácter privado, público y mixto, armonizando las múltiples diferencias propias de cada región de la geografía nacional.


  • La propuesta de una nueva institucionalidad que recae en operadores políticos abre nuevos caminos de corrupción y clientelismo. Se puede construir un modelo público de gobernanza que integre al Gobierno nacional (con un rol fortalecido de su operador de recursos – ADRES), las entidades territoriales y esquemas asociativos especializados en salud para coordinar y vigilar a las EPS y los demás actores del sistema, con un carácter técnico y no clientelista como lo quiere el gobierno.


  • Los centros de atención primaria se consideran una solución única homogénea a todas las necesidades del sector, sin reconocer la heterogeneidad en las condiciones sociales y territoriales. Una estrategia de atención primaria no se traduce en un primer nivel de atención fortalecido. Hay confusión en los términos. Los centros son necesarios, pero no constituyen una política integral que recupere el primer nivel de atención aprovechando las capacidades instaladas tanto públicas como privadas. No existen las capacidades para tener una expansión ordenada de esta nueva oferta de CAPS. Se requiere una mirada que empiece desde la identificación de las necesidades del talento humano en salud existente y la forma como se distribuye en el territorio, mediante un plan con acciones concretas y plazos realistas, entendiendo la integralidad de las necesidades del sector.


  • Coincidimos en la necesidad de avanzar ampliar los procesos de formación y la formalización de las condiciones laborales del talento humano. La reforma no plantea un esquema de incentivos robusto para ampliar y adecuar los procesos de formación a las necesidades del país. Por otro lado, se abordan los problemas de la intermediación y precarización laboral, y la necesidad de generar cargos de planta para el personal misional, pero no hay claridad sobre el esfuerzo fiscal asociado y comprometido para alcanzar esa meta. 


  •  Aunque la reforma del gobierno aborda la determinación social de la salud de la población y propone una Comisión Intersectorial Nacional de Determinantes de Salud, no se observa una articulación clara entre los planes de desarrollo económico y los cambios introducidos al sistema de salud. Los determinantes sociales que según la OPS se definen como: las circunstancias en que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana. Deben tener una clara articulación con la propuesta pues ninguna reforma al sistema va a generar resultados concretos en la población si no se abordan de manera integrada. 


  • No observamos en la propuesta de reforma del gobierno una agenda de transición ordenada que fije un cronograma de corto, mediano y largo plazo con claridad en la necesidad de recursos y capacidades requeridas en cada etapa. Un gobierno que no planea de manera adecuada no será capaz de implementar la reforma que salga del Congreso. Las cuentas de la reforma actual aún no son claras.

 

Se requiere un amplio acuerdo nacional sobre unos puntos básicos, que al tiempo que marque una ruta para la solución de los problemas de la salud, supere el ambiente pugnaz y desordenado del debate actual. 

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