Conmoción deberían estar sintiendo los empresarios y productores nacionales ante la Oferta Pública de Adquisición –OPA– hostil que hizo el Grupo Gilinski para quedarse con el 50,1 % de Nutresa, que “tiene 101 años de trayectoria y casi 46.000 empleados. Alcanza una presencia en 14 países con 47 plantas de producción y sus marcas se comercializan en más de 80 países. La experiencia operativa de Nutresa es de las más completas porque está presente en ocho categorías: Cárnicos, galletas, chocolates, Tresmontes Lucchetti (Tmluc), café, alimentos al consumidor (restaurantes y bares), helados y pastas. De las ventas totales registradas a septiembre de este año, que sumaron $9,13 billones, 39 % se registró por fuera de Colombia. Esto significa una cifra de $3,5 billones, principalmente en Estados Unidos, Centroamérica, Chile, México, República Dominicana y El Caribe, Perú y Ecuador. Según destacó Nutresa, al menos 19 de las marcas que integran su portafolio registran ventas superiores a US$50 millones” (periódico La República, 12 de noviembre de 2021).

La conmoción y preocupación también deberían ser del Gobierno Nacional, puesto que, según La República: “El Grupo Gilinski, liderado por Jaime Gilinski Bacal, tiene un patrimonio de alrededor de 4.400 millones de dólares, según el índice Bloomberg Billionaires y la OPA hostil que hizo es por un precio de compra de 7,71 dólares por acción, lo que en total podría representar más de US$2.000 millones”. Siendo así, el Grupo Gilinski no tiene el músculo financiero para una OPA de tales pretensiones y se convierte en un intermediario de la transacción. ¿Quién está entonces detrás de la operación y con qué fines? Las interrogantes las dilucida el artículo “¿Quiénes acompañan al Grupo Gilinski en la ‘OPA hostil’ por Nutresa?” del periódico Portafolio del 11 de noviembre de 2021, que en lo interno cita al periódico El tiempo.

Ese capital financiero internacional, ahora toma forma de “jeque” en el Royal Group de Abu Dabi, de Emiratos Árabes Unidos, un conglomerado de 60 empresas grandes y medianas que se fundó a finales de la década de 1990 y tiene más de 20.000 empleados de diferentes países. Y el presidente del grupo es el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan. ¿Dónde estuvo el presidente Iván Duque hace pocos días recibiendo lisonjas pero postrado de hinojos? El periódico La República advierte que “el Grupo Empresarial Antioqueño –GEA– está contra las cuerdas por el anuncio de la oferta hostil… Por el entramado accionario del GEA, si se aprueba la compra del Grupo Gilinski, controlarían otras empresas de manera indirecta”. O sea, en palabras del intelectual e ideólogo Francisco Mosquera, el capital financiero transnacional “viene por el telar y por las que tejen”.

Precisamente Mosquera advirtió de lo que son la “apertura económica” y el neoliberalismo. En sendos escritos dirigidos especialmente a productores y empresarios nacionales les dijo: “Salvemos la producción nacional”, publicado en El Tiempo el 12 de mayo de 1991 y “¡Por la soberanía económica, resistencia civil!”, exhortación a la Nación por el día internacional de la clase obrera, el Primero de Mayo de 1992, donde esclarece lo que es esta “recolonización”, pronosticando la grave crisis económica que hoy viven los colombianos. ¡Llegaron por Nutresa, por el GEA y por lo poco que queda de producción y empresarios nacionales!