Es hora de la progresividad

Jennifer Pedraza – Tomado de La República

27 de octubre de 2022

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En Colombia las empresas sufren distintos problemas que les dificultan competir con las importaciones. El costo de la energía eléctrica es superior en el país comparado con otros de la región como México, Brasil,, Ecuador, Argentina y Bolivia (Contreras, 2020). En cuanto al acceso al crédito, el costo real del crédito es superior comparado con México, Argentina y Perú, y eso sin mencionar competidores de TLC como Estados Unidos y Corea del Sur (Banco Mundial, 2021). Así mismo hay deficiencias en la infraestructura logística como carreteras y puertos, donde el desempeño del país es inferior a Chile y México (Banco Mundial, 2018). Otro punto en la discusión de competitividad son los impuestos a las empresas. Aunque han sido varias modificaciones aprobadas para el trámite de la Reforma Tributaria en su paso por el Congreso, la que aún no ha sido aceptada por parte del Gobierno Nacional es un trato diferencial que reduzca el impuesto de renta para las micro, pequeñas y medianas empresas.

La constitución dice que el sistema tributario debe ser progresivo, donde quien más tiene y puede pagar, pague porcentualmente más que los que tienen menos ingresos y riqueza. Así es el impuesto de renta en el país, donde las tarifas van del 0% hasta 39%. Sin embargo, esto no ocurre en el caso de las empresas.

Existe una tarifa plana de impuesto de renta de 35% para todas las empresas, sin distinción del tamaño o los ingresos de estas, pero sí existen beneficios tributarios que son aprovechados por las empresas más grandes. Cifras del Ministerio de Hacienda en 2022 evidencian que mientras la tarifa efectiva que pagan las grandes empresas es del 23,8%, mientras las pequeñas pagan 31,3% en tarifa efectiva. Resulta ser un impuesto regresivo contrario a lo que dicta la Constitución. Incluso con la eliminación de beneficios tributarios que contemplan la Reforma, las pequeñas seguirían pagando un impuesto efectivo más alto que las grandes empresas. Para corregir esto, la Asociación Colombiana de Pequeños y Medianos Empresarios, Acopi, han presentado durante varios años una propuesta para que se diferencien los impuestos para micro, pequeñas y medianas empresas. Hay más de 20 propuestas que han presentado congresistas, desde partidos de oposición, independientes y de gobierno, y debe ser un objetivo de estas bancadas que defienden a las Mipyme llegar a una propuesta común para defenderla en el trámite que falta en para la Tributaria.

Cifras de Confecámaras señalan que las Mipyme representan 99% del tejido empresarial del país, Acopi afirma que las micro, pequeñas y medianas empresas generan 35% del PIB nacional y 80% del empleo formal del país.

Promover estas empresas tiene tanto un sentido de justicia tributaria, como un fomento a la formalización y la generación de mayor empleo, que en este momento es un objetivo que debe unirnos como país. Así como el Gobierno Nacional se sienta con las bancadas de los partidos tradicionales y ha aceptado ajustes al tamaño de sus demandas, así mismo tiene el deber de acordar con las MiPyme una propuesta de impuesto diferenciar que garantice un sistema tributario progresivo para ellas.

Referencias

Banco Mundial. (2021). Datos: Tasa de interés real (%).

Banco Mundial (2018). Índice de Desempeño Logístico. WBG – Doing Business.

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