‘Hay una decisión de asfixiar las voces plurales’: Pedraza sobre reforma de la salud
1 de diciembre de 2023
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La representante Jennifer Pedraza, de Dignidad y Compromiso, ha sido una de las voces independientes que ha prendido las alarmas frente a la reforma de la salud. Aunque asegura que es necesaria una modificación de fondo al sistema, es crítica con la propuesta del Gobierno y dice que no es adecuada. En la entrevista con EL TIEMPO, la congresista explicó sus reparos al proyecto y llamó la atención sobre cómo está actuando el Gobierno.
¿Qué opina de la forma como se destrabó la reforma esta semana?
Lamentablemente gran parte del debate de la reforma de la salud se dio sin la presencia de toda la bancada del Partido Verde, quienes fueron recusados por las declaraciones del ministro de Salud Guillermo Jaramillo, que señaló que como eran de gobierno básicamente tenían que aprobar todas las iniciativas del Gobierno o si no, pues que se fueran despidiendo de su participación en el Gobierno. Esto hizo que los verdes fueran recusados y mientras eso se resolvía, tenían que dejar la plenaria. El Gobierno aprovechó el miércoles, cuando ellos no estuvieron, para sacar la reforma de un solo tirón. Ese día fue cuando más avanzó. El Gobierno prefirió sacrificar las voces del verde que apoyan la reforma con tal de que las voces críticas de mis compañeras Juvinao y Miranda no fueran parte de la discusión. Fue fundamental para que la reforma avanzara así de rápido el hecho de que los partidos tradicionales conformaran el quorum y la mayoría apoyara el articulado. Estamos hablando del Partido de la U, la mayoría del Partido Conservador y alguna parte del Partido Liberal.
¿Qué opina del rol que están teniendo esos tres partidos?
He leído investigaciones periodísticas que señalarían que el gobierno podría estar repartiendo puestos con el objetivo de que apoyen la reforma a la salud. Eso, de entrada, hace que la discusión en la Cámara de Representantes esté muy limitada porque uno puede mostrar los argumentos que sean, pero hay una decisión política de respaldar la reforma en todo su articulado. Tan grave es que estos partidos, particularmente el Liberal, han propuesto los peores micos que el Pacto Histórico ha avalado, como el mico del artículo 42. Parte de los congresistas del Partido Liberal lo propusieron para eliminar lo referente a los criterios meritocráticos que deberían cumplir las personas para que sean directores de los hospitales públicos. Esa proposición la respalda el Gobierno y ahí es cuando decidimos nosotras denunciar los micos que le están colgando a la reforma. No ha sido solo una reforma tramitada con la mermelada tradicional, que es la de repartir puestos según las investigaciones periodísticas, sino también una reforma a la que le han colgado arandelas para garantizar que sus partidos la voten, así sean arandelas lesivas para el modelo de salud como el ejemplo que acabo de poner de los directores o por ejemplo el artículo que les entrega a las EPS – que ahora se van a llamar gestoras – entre el 5 % y el 8 % de la Unidad de Pago por Capacitación (UPC). Según el concepto del Minhacienda, por este articulito, en 10 años las EPS recibirán 17 billones de pesos a pesar de que la reforma les quita casi todas sus responsabilidades en el sistema de salud.
¿Hay aspectos de la reforma que usted apoya?
La reforma inicialmente tenía cosas muy positivas que yo respaldaba como el giro directo. Es verdad que las EPS han venido calentando la platica y que el modelo actual de salud tiene incentivos perversos que hacen que ellas impongan barreras a los prestadores para no pagarles y eso ha derivado en la negación de servicios de salud para la gente y precarización de las condiciones laborales para los trabajadores del sistema de salud. Por eso yo estuve de acuerdo con el giro; con mejorar las condiciones de los trabajadores; con que exista una Superintendencia mucho más fortalecida; con eliminar el velo corporativo de las EPS, entre otros puntos. Pero el problema es que lo que la reforma propone para reemplazar las EPS, porque elimina en gran medida su rol, es muy mediocre e insuficiente. Desde el principio de esta reforma a la salud nosotras nos sentamos con los ponentes en privado y les dijimos: vea, nosotras tenemos esta proposición, ¿ustedes qué opinan? Pero no hubo poder humano que hiciera que nos escucharan con la misma disposición con la que sí escuchan a los partidos tradicionales.
De lo aprobado, ¿qué le preocupa?
Primero, que está desfinanciada y en ese sentido todas las cosas positivas que me gustan se convierten en una demagogia porque no tienen un plan para que efectivamente se cumplan. El concepto del Ministerio de Hacienda señala que si la reforma se aprueba, en teoría, habría una reducción en el presupuesto para el sistema de salud. Esto me parece increíble porque esta reforma plantea construir centros de atención primaria en todas las regiones apartadas del país; un régimen laboral especial para los trabajadores de los hospitales públicos; un fortalecimiento institucional de Adres – la entidad pública que va a reemplazar a la EPS – entre muchas otras nuevas necesidades, todo en un nuevo nivel de atención y prevención y promoción en salud. Así que una de dos: o el reporte del Minhacienda está diciendo la verdad y yo no puedo apoyar una reforma que propone recortar el presupuesto en salud o el informe está amañado para intentar mostrar que sí hay financiación, pero esto sería contradictorio. Ellos sostienen que la financiación de la reforma es deficitaria desde el año 2023 hasta el año 2030.
El segundo punto es que buscando los votos de los partidos tradicionales avalaron acá un montón de cosas que terminaron haciendo de la reforma un Frankenstein o una colcha de retazos. Entre ellas el artículo 53 que les entrega a las EPS – a las nuevas gestoras – entre el 5 % y el 8% de la UPC, que es la principal fuente de financiación del sistema de salud. Para que ustedes hagan una magnitud de cuánto es esto: hoy las EPS, haciendo todo lo que hacen, han reportado que sus costos operativos estiman entre el 5 % y el 8% de UPC. Esta reforma les quita casi todas sus tareas y les deja entre el 5 % y el 8% de la UPC, como si no se necesitara plata para otras necesidades en un sistema de salud…Nosotras intentamos modificarlo para que no se la pasen diciendo, porque ahora ese el discurso del Pacto, que todo el que critica es uribista o es financiado por las EPS. Y en mi caso ni lo uno, ni lo otro. Yo voté por el presidente Gustavo Petro en segunda vuelta. Me he sentido muy decepcionada con su gobierno, ni me financian las EPS ni nada de eso y la prueba es que propusimos eliminar este artículo y pagarles dependiendo de lo que efectivamente vayan a hacer en la reforma.
El tercer punto es el artículo 70 que estableció que a las clínicas y a los prestadores de servicios de salud se les va a pagar mínimo el 85% de la facturación, o sea puede ser hasta el 99% de la facturación, sin que exista una auditoría a ese momento. Toda la auditoría va a ser posterior, no vamos a contar con una auditoría pertinente. Pilas: yo también quiero que la plata les llegue rápido a los hospitales. De hecho, con la representante Juvinao, propusimos que se le hiciera auditoria al 100 % de la facturación, pero que tuvieran 90 días para pagar por tarde a los hospitales. Nosotras también estamos de acuerdo con que se les gire rápido a los hospitales. Pero esa rapidez no puede implicar una boquilla abierta por la que se desangren todos los recursos del sistema de salud porque sí, las EPS se han robado platica del sistema de salud, pero también las IPS. Recuerden carteles como el de la hemofilia, en donde se inventaban pacientes ficticios y cobraran esa platica, aún con la revisión que hacían las EPS.
¿Por qué este artículo 70 es tan controversial?
Imagínese que usted tiene una empresa y alguien le propone que su empresa tiene que pagar todas las facturas que le cobran antes de revisarlas. Estoy segura de que nadie estaría de acuerdo, entonces, ¿por qué sí hacer eso con los recursos de la salud de los colombianos? Lo que este artículo establece es que las clínicas y los hospitales van a ir a ADRES, que es la entidad pública que va a manejar todos los recursos del sistema de salud, y van a pedir que les paguen la plata que facturaron. La Adres hará el pago del 99% o el 85% de la factura y de ahí en adelante irá revisando las facturas. Después, si ve algo mal, establecerá que el 15% que no le haya pagado se lo retiene y si ve algo grave, se lo deja de pagar el próximo mes cuando (el hospital o clínica) traiga de nuevo esas facturas.
¿Qué problema genera eso?
Genera un incentivo para que los prestadores, que son los que están llevando la factura, sobrefacturen y cobren mucho más de lo que efectivamente están prestando. Esto sobre todo cuando la auditoría ya no va a estar en cabeza de esa misma institución (ADRES), sino que la auditoría ADRES la va a subcontratar con las gestoras que son dueñas de gran parte de los hospitales y de las clínicas que atienden temas de alta y mediana complejidad. Nosotras hemos alertado de la posibilidad de que aquí puede haber una auditoría de “yo con yo”. Por eso esto es tan grave, porque estamos creando incentivos para que los recursos de la salud no terminen invertidos en atender efectivamente a los pacientes, sino que fácilmente pueden desviarse. Uno tiene que ser muy cruel para jugar con la plata de la salud de la gente, pero experiencias ya hemos tenido.
Ustedes pidieron el concepto del Minhacienda para poder seguir debatiendo. Finalmente llegó esta semana. ¿Qué conclusiones le dejó?
Pataleamos un montón para que nos entregaran este informe. El Ministerio de Hacienda nos decía: “Agradezcan si se los mandamos a medianoche en el último debate del Senado, la ley solamente nos obliga a eso”. Esto es muy importante porque aquí estamos hablando del sustento que la reforma tiene para ejecutar cada uno de los planes. Lamentablemente no hubo poder humano que lograra que nos dejaran hacer una ronda de intervenciones sobre el concepto. De manera express tuvimos que referirnos a él. Francamente quedé muy decepcionada porque el Ministerio intenta decir que gracias a la idea de que se va a crear un sistema de salud preventivo en salud, entonces se va a ahorrar plata. ¿Qué es un sistema preventivo en salud? Por ejemplo un sistema que le enseña a la gente que tiene que hervir el agua en donde no hay agua potable, un sistema que enseña a hacerse en mamografías para no detectar el cáncer muy tardíamente, un sistema que previene la enfermedad. Eso es necesario en Colombia. Pero prevenir la enfermedad no implica necesariamente que se ahorre plata. Los sistemas de salud del mundo que más preventivos son los que más plata gastan porque eso no quiere decir que la gente deje de enfermarse. El Minhacienda parte todo el tiempo de este supuesto y es que se van abaratar los gastos.
Otro tema es que los efectos de esto son en el mediano plazo, es decir, quizás mis hijos quizás mis nietos, pero eso toma generaciones para lograr efectos.
Lo que plantea el Minhacienda es que va a haber una reducción en el gasto en salud como porcentaje del Producto Interno Bruto y esto es quizá lo más grave del mundo porque el movimiento, los médicos, los trabajadores, los pacientes, el movimiento por el derecho a la salud con el que yo he marchado tantas veces en mi vida, todo el tiempo ha luchado porque Colombia asigne una mayor cantidad de recursos al sistema de salud. Aún eliminando las EPS del panorama, aún aprobando la reforma de la salud, se necesitan más recursos en el sistema de salud.
Colombia hoy solamente invierte cerca del 5.5% del Producto Interno Bruto en salud. Países como Dinamarca y como Cuba invierten cerca del 10 % o del 13 %. Así que es muy grave. La tabla número cuatro, por el contrario en este mismo informe del Ministerio de Hacienda, sostiene que la reforma es deficitaria, o sea que las fuentes que plantea para financiarla son insuficientes para los gastos propuestos en el articulado.
Otra cosa: el concepto dice que para que la reforma pueda funcionar se necesita que esté garantizado el sistema único de información y que exista un régimen tarifario único. El Mintic ya nos explicó que para hacer el sistema de información se necesitan 5 años. Aún así, el tiempo de transición de la reforma del gobierno es solamente dos años. Yo no puedo apoyar esta reforma porque mi temor es que, al ser tan mediocre lo que plantea para reemplazar a las EPS, se interrumpa la prestación de los servicios de salud para la gente. Aquí no estamos hablando de cualquier tema, sino que estamos hablando de la vida de la gente. Deberíamos tomarnos el tiempo que se requiera para hacer la mejor reforma.
¿La reforma es mediocre?
Es una reforma que pudo haber sido excelente, que garantice el giro directo, que prohíba la integración vertical de las EPS, que mejore las condiciones laborales de los trabajadores, una reforma que haga énfasis en atención y prevención, pero todo lo que posteriormente se fue incluyendo y lo que se plantea para reemplazar a las EPS es ilógico.
Los mismos documentos del Ministerio de Salud señalan que Adres tendría que pasar de 300 trabajadores a 5.000 para poder hacer una revisión aleatoria de facturas. ¿Cuánto se demora Adres en pasar de 300 trabajadores a 5000 ? ¿Dos años? ¿Un concurso de méritos, un estudio de cargas, hay presupuesto para lograrlo? Si Adres falla de aquí en adelante, estamos hablando de que la única entidad que va a hacer el giro de la plata va a presentar problemas.
Todo esto lo hemos planteado. Presentamos artículos para ir fortaleciendo a Adres progresivamente, para extender el tiempo de transición, para mejorar lo que se proponía en la reforma, pero a nosotras no nos avalan ninguna proposición.
¿Por qué considera que no las han escuchado?
Esa es una pregunta mucho más política, así que políticamente la voy a responder: al presidente Gustavo Petro le estorba como una piedra en el zapato cualquier espectro de la política colombiana que no sea la oposición y el Centro Democrático o el Pacto Histórico. No son capaces de ver los grises y los matices de las expresiones diversas o no les interesa darle ningún espacio de oxígeno a los diferentes sectores que nos movemos en el Congreso y que no somos el Centro Democrático o el Pacto Histórico. Es así de grave que por ejemplo el presidente Gustavo Petro se reunió a tomarse el tinto con Uribe, lo cual me parece que está bien, pero 14 representantes a la Cámara que votamos por él, que somos de centro izquierda, no ha habido poder humano que haga que nos escuche ni siquiera. El Gobierno tomó la decisión de aprobar esta reforma sin el Partido Verde, que supuestamente es un partido de gobierno.
Tuve hace unos días un debate con uno de los ponentes de la reforma y me decía: ustedes lo que son es uribistas porque Uribe está diciendo que se necesita más plata para el sistema de salud. Yo le decía: no importa que lo diga Uribe, lo ha dicho el movimiento social toda la vida. Aquí el mundo no se divide entre los que adoran y avalan a Petro y los que adoran y avalan a Uribe. No. Aquí hay muchas personas que así hayamos votado por el presidente Petro, no estamos dispuestas a volvernos un cheque en blanco para cualquier proyecto político que gane. Entonces ellos no han tenido la disposición.
Yo presenté una proposición para que la plata de la UPC se destine a la atención de pacientes porque hay un temor de que esa plata se vuelva de bolsillo y se la empiecen a ‘mecatear’ en otras necesidades como infraestructura, que puede ser muy necesaria, pero la UPC está hecha para atender a los pacientes y no me la avalaron y es una proposición que desarrolla un artículo que ya está en la ley estatutaria. Tanto que se me acercaron personas del Pacto a decir que les hubiera gustado que me la avalaran, pero que no me la avalaron porque era yo.
Realmente hay una decisión política de asfixiar a las voces plurales del Congreso. Por eso es que la declaración del ministro de Salud es tan agresiva contra la independencia, dice aquí no hay una independencia: aquí hay oposición y gobierno. Lo siento mucho, pero sí hay voces como yo que estamos en la independencia porque no queremos volver al pasado, a los partidos tradicionales, a Vargas y Uribe, los mismos apellidos de siempre, pero que tampoco estamos contentos con el gobierno y que creemos que la promesa de cambio que había hecho este gobierno se está quedando enredada en toda la politiquería tradicional. Entonces por eso es que ellos no nos avalan ninguna proposición, por eso es que que sacaron al Partido Verde.
Quedan 9 artículos para votar la reforma y mañana está citada la plenaria. ¿Hay algo que le genere preocupación?
Sí, el artículo 42. Quiero llamar la atención porque es el que define cómo se van a elegir los directores de los hospitales públicos. Este fue el artículo al que intentaron quitarle los criterios meritocráticos para repartir a diestra y siniestra las direcciones de los hospitales públicos.
Hay que tener en cuenta que a la reforma le falta todo el trámite en el Senado. Esto implica dos debates, uno en la Comisión Séptima y otro en la plenaria más una revisión de la Corte Constitucional que seguramente tendrá en cuenta que esta ley debió haber sido una ley estatutaria al modificar aspectos esenciales de un derecho fundamental como lo es el derecho a la salud. Eso le imponía al gobierno una rigidez: tenía que tramitarla por la Comisión Primera, requería unas mayorías en las votaciones. Todo eso fue lo que intentaron saltarse al desconocer que este proyecto debió haber sido una ley estatutaria y no una ordinaria, que es más fácil de pasar.
¿Cree que la reforma se va a caer en la Corte Constitucional?
Es una posibilidad importante.
¿Va a intentar que se reabra la discusión de algunos artículos?
Sí. Hasta el final lo vamos a intentar. Vamos a intentar que se reabran algunos artículos que nos parecen muy críticos como el artículo 70, que es el de no hacer auditoría al 99% de la facturación. También el 53 porque además lamentablemente los verdes volvieron al debate, pero no los dejaron intervenir y abrieron la plenaria votando.
Estoy segura de que difícilmente lo vamos a lograr, pero no importa. Nuestra labor además de legislar también es de control político. El Presidente se ha venido refiriendo de una manera muy grosera al Congreso de la República, señalando directamente a las voces femeninas que nos hemos opuesto a algunos elementos de la reforma como si hiciéramos parte de la oposición y de los partidos tradicionales y realmente esto ha generado una reacción encadenada de violencia política contra nosotras en redes sociales y en la cotidianidad que lamentamos. El Presidente debe ver al Congreso como un igual y no como un subordinado.
¿Qué opina de la labor que ha hecho Andrés Calle como presidente de la Cámara en este trámite?
Ha sido lo peor. Yo fui la única de la Cámara que no voté por Andrés Calle y cada vez que él es arbitrario yo se lo digo a todo el mundo: yo voté en blanco porque él es una persona que ha intentado votar artículos sin ni siquiera abrir la ronda de intervenciones. Nosotros hemos tenido reuniones de voceros de las bancadas en donde yo he asistido como vocera de mi partido y hemos llegado a acuerdos. Le he pedido que nos dejen intervenir, explicar nuestros argumentos, que nos den la palabra. Si van a votar en bloque varios artículos, he pedido que nos permitan excluir algunos que queremos que se voten aparte. Él dice: “Sí, listo, hacemos ese acuerdo, yo voy a ser garantista”, pero llegamos a la plenaria, se le sienta al lado el ministro del Interior Velasco y como si nada. Va pasándose todos esos acuerdos por la faja y por eso también me he retirado de la plenaria. No he votado a favor de las proposiciones para aplazar el debate porque yo siento que esto ya está para que la Cámara lo decida. No quiero ralentizar más el trámite. No he votado a favor en general en los aplazamientos que se han propuesto, pero yo tampoco me voy a quedar a hacer quorum para pupitrear una reforma cuando ni siquiera nos dan garantías para discutirla.
Lo que le importa al gobierno es sacar el titular de prensa de que se aprobó la reforma en la plenaria de la Cámara independientemente de qué traiga ese paquete. Entonces Andrés Calle ha sido para mí una decepción absoluta, aunque yo nunca esperé mucho de su presidencia. Ha sido muy arbitrario, muy antidemocrático.
Para poner otro ejemplo: el día que se iba a resolver la recusación al Partido Verde el presidente Calle citó plenaria a la misma hora. No permitió que se le resolviera la recusación solamente para sacarlos a ellos del debate y no permitir que intervinieran, cuando ellos son representantes del pueblo colombiano. Esto es una decisión muy antidemocrática en cabeza del presidente Calle, quien ha faltado a los acuerdos que hemos hecho como voceros de las bancadas para que las reformas salgan adelante.
Ha sometido a votación bloques de 12 – 15 artículos y por esa arbitrariedad es que se ha quedado sin quorum porque muchas personas que queremos debatir, pues nos queremos quedar al debate, pero tampoco vamos a hacer quórum de manera útil para que aprueben las reformas si ni siquiera nos van a dejar hablar.
¿Se está perdiendo la oportunidad de reformar el sistema de salud?
Francamente ese es mi mayor despecho porque esta podría ser una oportunidad muy interesante. A diferencia del Centro Democrático yo sí creo que se necesita una reforma de la salud, sí creo que hay que meter en cintura las EPS, sí creo que serviría muchísimo para el sistema de salud que exista el giro directo. Pero la decisión del trámite cómo se ha venido abordando, la decisión de hacer concesiones en lo estructural a los partidos tradicionales, la decisión de tramitar esto a punta presuntamente de mermelada ha sido una decisión que ha terminado haciendo de la reforma una colcha de retazos y un frankenstein. Estamos viendo cómo se nos va el barco de la posibilidad de reformar de manera acertada el sistema de salud, porque yo sí creo que se necesita una reforma.
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