Semanario La Calle recibió la visita del médico ortopedista y candidato al Senado Álvaro Portilla, quien se refirió a sus propuestas para los colombianos en un ambiente que ha calentado por la proximidad de las elecciones legislativas del 13 de marzo.

En este 2022, y a menos de dos meses, el bogotano Álvaro Portilla Molina se ha dedicado a recorrer el Cesar, La Guajira y el Magdalena consolidando fuerzas en su candidatura al Senado por la coalición Alianza Verde y Centro Esperanza, más específicamente por el partido dignidad, cuyo respaldo está mayoritariamente en el gremio del sector salud y muchos colombianos que buscan una opción de cambio en el parlamento.

Hace más de 25 años Portilla se radicó en Valledupar con el fin de colocar su vocación y servicios médico-especializados a favor de la comunidad local y regional, hoy fundador de la Clínica Erasmo Ltda., quien con certeza dice: “En el Cesar tuve que enfrentar al gremio y monopolio de la salud que no me quería en esta ciudad y la ley 100 que al día de hoy no les permite a los profesionales ejercer libremente. Llegué y monté mi consultorio, me enfrenté al estamento de salud y hoy tenemos la Clínica Erasmo”, contó el candidato al Senado en los micrófonos de La Calle.

Su experiencia y trayectoria por países de Europa lo hacen además de médico especialista un gran activista político que sin temor alguno ha denunciado hechos de corrupción en la red hospitalaria del Cesar, en el sistema de salud colombiano y las nefastas reformas del gobierno nacional.

“Sé que no soy el único que ha tenido que padecer los atropellos de la ley 100, los trabajadores de la salud deben aceptar migajas, y los pacientes a los cuales se les está negando el acceso a una salud oportuna, esto tiene que cambiar”, es uno de los objetivos claros en la posibilidad de su llegada al Congreso con el #59 por el partido Dignidad.

Tras preguntarle por su decisión de saltar a la arena política, manifestó que nace de no sentirse representado por los congresistas del Cesar, como también se sienten muchos colombianos con los elegidos que duran años atornillados en el Congreso y se rajan en gestión. Por ello, lanzó su aspiración por el lado de los partidos que representan el centro del espectro político del país.

En dicha entrevista ratificó: “Yo no soy político, soy un ciudadano que le he servido al país, y presento a las comunidades una propuesta que rompe el concepto tradicional de la política, y con la firmeza de despolitizar las instituciones de salud, de educación, las corporaciones autónomas regionales para que estas dejen de ser fortines políticos, que es el gran lío de la salud y corrupción en Colombia”.