El doble discurso de Duque
José Arlex Arias
27 de septiembre de 2021
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La reciente gira del presidente de Colombia, Iván Duque, por España y Estados Unidos, estuvo precedida por hechos que denotan sus características egocéntricas y discriminatorias, propias de su naturaleza neoliberal. En primer término, adquirió 1409 monedas elaboradas en bronce, recubiertas en oro de 24 quilates, que según Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, “tienen en una de sus caras la Casa de Nariño y en la otra la firma del presidente Duque” y reiteró que “solo se trata de una inversión para seguir una tradición”. Es que Duque se cree el gran prócer que está salvando a la patria y quiere esa recordación, muy propia del culto a la personalidad que exigen los dictadores y demagogos, que terminan siendo aborrecidos y abucheados por el pueblo.
Mientras habla de la democracia profunda de “su Polombia”, le tocó cancelar la presentación de su libro, en la Feria del Libro en Madrid, por las protestas internacionales, ante su decisión discriminatoria de censurar la participación de los escritores más destacados por su tendencia política. Duque utilizó argumentos pueriles, como la falta de presupuesto, para no permitir que representaran a Colombia escritores de la talla de William Ospina, Laura Restrepo, Pablo Montoya, Santiago Gamboa, Pilar Quintana, Fernando Vallejo, Héctor Abad Faciolince y Piedad Bonnett, entre otros, a los cuales el pueblo les reconoce sus laureles, independientemente de su posición política. Es la catadura antidemocrática de Duque y su coalición.
Informó la Casa de Nariño que Duque, en su intervención en el evento de Transición Energética del Banco de Desarrollo de América Latina, dijo: “El trabajo eficaz de la humanidad no lo ha sido así… El mundo está emitiendo cerca de 51.000 millones de toneladas de CO2, o de gases de efecto invernadero todos los años… Eso nos tiene que llevar al concepto de cuál es la meta, y la meta –definitivamente– debe ser cero, pero cero no implica que no haya emisiones, sino que podamos neutralizar las emisiones que se producen en el mundo”. Este discurso de Duque va en contravía de las órdenes que le dio a su coalición en el Congreso de la República de no ratificar el Acuerdo de Escazú, del cual es firmante Colombia, que entró en vigencia en abril de este año y que otorga una perspectiva de justicia ambiental a las leyes en correlación con los derechos humanos; todo porque, de entrar en vigencia en Colombia, le pondría límites a algunos abusos de las multinacionales mineras en nuestro país.
Su discurso sobre la transparencia y en contra de la corrupción le puso “la cereza al pastel”, cuando, en el marco de esta visita a España, el presidente Iván Duque se reunió con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en un encuentro durante el cual revisaron los proyectos que desarrolla la Fundación Real Madrid en Colombia desde 2008, con 36 escuelas sociodeportivas y proyectos en el país, en colaboración con la Fundación Revel, la Fundación Concívica, la Comunidad Ministros de los Enfermos –Religiosos Camilos– y el Banco Interamericano de Desarrollo. Así premia a un Pérez que hace unos años protagonizó el escándalo de Commsa, “un consorcio español que en 1997 se comprometió a construir la troncal del Magdalena Medio por 425 millones de dólares. Pero se embolsilló los anticipos, incumplió, pidió prórrogas, adiciones, no firmó póliza y el contrato caducó”, denunció Semana el 18 de septiembre de 2014. ¡Hasta el rey de España vino a exigir que se indemnizara al tal Pérez!
Cartagena – Bolívar, 27 de septiembre de 2021
JOSÉ ARLEX ARIAS ARIAS
Comunicador Social – Periodista
arlexariasarias@yahoo.com
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