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Jose Arlex Arias Arias

2 de mayo de 2022

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No es dable ofrecer un cambio empleando las mismas tácticas o herramientas corruptas de quienes, durante su historia, han dirigido a este país. Hay principios y valores éticos obligatorios e innegociables para los candidatos presidenciales, cuya práctica siembra el ejemplo para el resto de la sociedad. Entre esos principios está la defensa de la soberanía y la autodeterminación nacionales. La pérdida de ellas es la principal traba para el desarrollo económico, social y político de la Nación, cuyas consecuencias son el atraso, el desempleo y la profundización de la pobreza y la miseria, con grandes impactos en el avance tecnológico y la innovación.

 

Esta situación se hace mucho más evidente hoy con la imposición, desde el Consenso de Washington, de los Tratados de Libre Comercio y la anexión de Colombia a los Acuerdos de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico –OCDE–; con los primeros se arrasó el aparato productivo nacional para dar ingreso a todo tipo de importaciones y con lo segundo se busca mantener atada toda la vida de los colombianos a las necesidades del capital financiero multinacional, pasando por encima de los intereses colectivos de la sociedad. No es ni medianamente ético pretender gobernar amarrado a estas herramientas de dominación y falsamente ofrecer un cambio, como lo hacen Petro, pero además Fico. ¡No todo vale, para ser presidente!.

 

“Es vergonzoso… Se trata de una estrategia del ‘todo vale’”, dijo el mejor senador de Colombia, Jorge Robledo, al referirse a la polémica visita del hermano del candidato presidencial Gustavo Petro, Juan Fernando Petro, a la cárcel La Picota para reunirse con Iván Moreno, dirigente político condenado a 14 años de prisión por el carrusel de la contratación en Bogotá, quien encabezó una delegación de diez delincuentes. La visita clandestina fue revelada por Caracol TV, desenmascarando una trama de negociación de rebajas de penas a cambio de respaldo electoral. El periódico El Tiempo calculó que dichos presos podrían sumarle más de un millón de votos a la campaña. Gustavo Petro aceptó que se trataba de una propuesta de “Perdón Social” y una «JEP para los narcotraficantes». ¡Pero no todo vale!, para ser presidente.  

 

La campaña de Fico está rodeada de la chequera del presidente Iván Duque, quien en vivo y en directo se ha metido de lleno y de tiempo completo en la campaña electoral. Ha puesto a los funcionarios y a las instituciones con los «billonarios» presupuestos de sus programas a comprar la conciencia -léase el voto- de cada uno de los colombianos que debido a la profunda crisis social, -propiciada por el continuismo de 30 años del propio Gobierno Nacional y la coalición de partidos políticos que respaldan a Fico- sumiendo a cerca de 25 millones de personas en la miseria, la pobreza, el desempleo, el empleo informal y la desesperanza, precisados a recibir unas ínfimas sumas de dinero para paliar el hambre y la desventura. Es ese ejército amarrado de votantes los cautivados por Fico, fiel continuador de esas políticas neoliberales del presidente Duque. La Esperanza está en el Centro y solo un transparente, honesto y capacitado Sergio Fajardo, puede garantizar el Cambio que necesita Colombia.

 

Ojo con Fico y con Petro: ¡Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie!”, escribió Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “El Gatopardo”.

 

Cartagena – Bolívar, 2 de mayo de 2022

JOSÉ ARLEX ARIAS ARIAS

Comunicador Social – Periodista

arlexariasarias@yahoo.com

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