¿Por qué Sergio Fajardo?

José Arlex Arias

7 de abril de 2022

Quedan menos de dos meses para que los colombianos elijan al presidente para los próximos cuatro años. El veredicto de las urnas del pasado 13 de marzo dio como ganador a Gustavo Petro del Pacto Histórico sobre Federico “El Fico” Gutiérrez del oficialista Equipo Colombia, que es la máscara que esconde al desacreditado “uribismo-duquismo” del Centro Democrático, que con los partidos Conservador, Cambio Radical, Liberal, La U, Mira, Colombia Justa y Libre y otros sectores han llevado a este país a la más profunda crisis. En tercer lugar se ubicó Sergio Fajardo, del recién creado Centro Esperanza, una coalición de partidos que no comulgan con las tesis del uribismo pero tampoco con las del petrismo, y contra la cual se han tejido todo tipo de estrategias y obstáculos para destruirlo y no dejar que cumpla su objetivo de cambiar el modelo de desarrollo neoliberal que rige en Colombia.

 

La táctica tanto del uribismo como del petrismo es polarizar la contienda, para repetir la tragedia de hace cuatro años, obligando a escoger entre uno de esos dos polos; en ese entonces a quien osó decidirse por una opción diferente –voto en blanco y abstención– se le convirtió en “un traidor”, como si no hubiera en Colombia el derecho a la libertad de expresión y de conciencia. Pero hoy el inmenso problema para estos dos polos, uno caracterizado como de derecha y otro camuflado de izquierdista (Petro hace parte de una derecha camuflada que defiende a la OCDE y a la OTAN), es que hoy existe ese Centro Esperanza, en donde se ubican los NINI: Ni Uribe, Ni Petro, que no existía hace cuatro años.

 

La conformación de ese Centro Esperanza tuvo muchas dificultades, razón de peso para que haya tenido profundos debates que llevaron a su cualificación, pero que los grandes medios de comunicación, jugados hacia las dos opciones, uribista o petrista, utilizaron para “moler” a sus candidatos a la consulta presidencial. La clara intención era que llegara a las urnas un Centro Esperanza bien debilitado y así fortalecer su táctica: Uribe o Petro, o sea «con cara gano yo y con sello pierdes tú», dirá el gringo. Después de este evento han querido vender la tesis de que el presidente será Fico o Petro, desdeñando las posibilidades del centrista Sergio Fajardo. 

 

Pero tienen una gran dificultad: Los resultados no cuadran ni al uno ni al otro. Quedó un muy grueso número de colombianos que no tomaron partida ni por el uribismo ni por el petrismo. Los abstencionistas: Votaron 18.034.781 colombianos de 38.819.901 habilitados (el 46,4 %), o sea que a 20.785.120 colombianos no les importó ni Uribe ni Petro. Y los que no votaron la consulta: De los 18 millones que votaron para el elegir el Congreso, solo cerca de 12 millones tomaron partida en la consulta, lo que indica que a otros 6 millones de votantes tampoco les interesó. Hay un universo de más de 26 millones de personas claves en la definición de la opción presidencial.

 

Tanto el uribismo como el petrismo ya jugaron sus principales bazas, mientras que el Centro Esperanza no tuvo tiempo de exponer su programa, por lo cual se fortalecerá en la medida que Sergio Fajardo promulgue sus ejes de: i) Defensa de la producción nacional, ii) Generación de empleo bien remunerado, iii) Recuperación de derechos fundamentales y iv) Defensa de la Soberanía Nacional. Logrará la remontada. ¡Ni Petro, ni Uribe: Fajardo es el Centro Esperanza!

 

Cartagena – Bolívar, 04 de abril de 2022

JOSÉ ARLEX ARIAS ARIAS

Comunicador Social – Periodista

arlexariasarias@yahoo.com

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