#DignidadDiversa #DignidadConOrgullo

Jun 28, 2021 | LGBTIQ

#DignidadDiversa #DignidadConOrgullo Sara Abril 28 de Junio de 2021 ¿Alguna vez se ha imaginado perder su cotidianidad? ¿Qué al enamorarse y querer gritárselo al mundo, no pueda por miedo a que le discriminen o a sufrir agresiones? ¿Que a pesar de ser una persona inteligente, entregada y trabajadora le nieguen un trabajo por amar a […]

#DignidadDiversa #DignidadConOrgullo

Sara Abril

28 de Junio de 2021

¿Alguna vez se ha imaginado perder su cotidianidad? ¿Qué al enamorarse y querer gritárselo al mundo, no pueda por miedo a que le discriminen o a sufrir agresiones? ¿Que a pesar de ser una persona inteligente, entregada y trabajadora le nieguen un trabajo por amar a alguien o por asuntos relacionados con su sexualidad? ¿Qué la gente se quede mirándole en un bus o en un lugar público por besar a su pareja? ¿Qué su familia le pida explicaciones sobre sus sentimientos como si fueran errores mientras con otros integrantes no lo hacen?

La falta de garantía de derechos en Colombia es una constante. Nuestro país ha sido gobernado por quienes sirven a intereses distintos a los de la ciudadanía y por eso no ofrecen salud, educación, empleo, producción y desarrollo, sino que van en una dirección contraria, que conduce a Colombia a la pobreza, a la desigualdad, a la destrucción de su producción y, por tanto, a impactos negativos culturales negativos como el aumento de la discriminación, que termina convirtiéndose en una barrera más para personas afro, LGBTI, indígenas y muchos sectores poblacionales. Con gobiernos como el de Iván Duque, la población colombiana sufre, pero los sectores discriminados sufren el doble y hasta el triple si son LGBTI y además son mujeres, afro, indígenas o pertenecientes a otros grupos poblacionales.

Al respecto, Carlos Gaviria Díaz decía que “Lo que merecen las personas LGBTI en Colombia no es tolerancia sino respeto. Esa es una muestra de que en Colombia la democracia está por construirse.”. El maestro Gaviria se refirió a que la tolerancia significa ver a las personas LGBTI como inferiores y equivocadas a las que hay que tolerar como se tolera el dolor, mientras que el respeto significa entender que estas tienen características normales relativas a su humanidad, que por naturaleza es diversa y por tanto deben ser aceptadas sin excusa.

Además, el maestro Gaviria puntualizó en su frase la falta de democracia, en donde el respeto tiene la base material de la garantía de los derechos. Dicho de otra forma, uno de los principales problemas de las personas LGBTI en Colombia es la falta de ciudadanía plena. Esto se evidencia en la falta de cotidianidad y la falta de acceso a derechos. Esta última se presenta con la mayoría de las personas colombianas, pero se exacerba con la discriminación hacia las LGBTI.

En lo que respecta a la educación, existe un problema de acceso a la educación pública de calidad para de toda la juventud, pero particularmente en las personas LGBTI no solo hay problemas de acceso, sino también de discriminación. En un estudio de percepción realizado por el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles* se observa que el 67% de las personas LGBTI han sentido inseguridad en la escuela dada su orientación sexual e identidad de género, el 76% escuchó expresiones y agresiones homofóbicas en el colegio y 1 de cada 4 recibió una sanción o penalización debido su orientación sexual.

Solo para mencionar el lamentable caso de Sergio Urrego, quien en un colegio privado de carácter confesional recibió tales presiones, discriminación y violación a su honra y buen nombre que fue conducido al suicidio.

En contraste, y aceptando que en los colegios públicos también hay discriminación, el Estado sí tiene mayor posibilidad de ofrecer más garantías y bienestar en la educación pública sin atentar contra la autonomía escolar.

Ahora bien, así como la lucha por la educación universal pública de calidad está ligada con la lucha contra la discriminación, también lo está la lucha por el trabajo digno. La inestabilidad e informalidad laboral en Colombia explican en gran parte la desprotección de las personas LGBTI, porque permiten condiciones para la discriminación y el aumento de la explotación laboral debido a esta. En el mismo estudio relacionado anteriormente*, el 27% hombres gais y 20% bisexuales fueron despedidos a causa de su orientación sexual, mientras que el 40% de personas trans han sido despedidas o se les ha negado un trabajo. Es evidente que, en la medida en la que una persona tenga garantías laborales, se refuerza su estabilidad laboral y tiene garantías para no ser discriminada; o en el caso de que lo sea, poder denunciarlo sin perder su trabajo.

Sobre la salud, las personas LGBTI en Colombia están especialmente desprotegidas, lo cual “Vulnera la dignidad humana” en palabras de la Corte Constitucional en su sentencia C 881 de 2007. Esta sentencia determinó la inclusión de la pareja del mismo sexo en el régimen contributivo, pero, aunque es permitido por la ley, es una acción difícil, dadas las circunstancias descritas sobre la situación laboral. Por otro lado, la desprotección no solamente es problemática por la falta de acceso al derecho a la salud, sino porque según muestra la ONG Colombia Diversa tiene una influencia considerable en la explicación de amenazas y asesinatos a personas LGBTI principalmente en los departamentos de Antioquia, Eje Cafetero, Putumayo (asesinatos), Tolima, Huila y Meta (amenazas).

Dada la discriminación constante, los impactos en salud mental de las personas LGBTI son graves: 2 de cada 3 personas viven episodios de estrés por asuntos relacionados con su orientación sexual (Pineda-Roa y Navarro-Segura 2019), el 72% personas LGBTI reportan al menos angustia psicológica moderada, el 55% pensamientos suicidas y 25% intentos de suicidio; además de que 75% de personas LGBTI han sido hostigadas alguna vez en su vida*.

Una cultura homofóbica le quita el derecho a la cotidianidad a las personas y les llena de inseguridad, no solamente emocional, sino también ciudadana, en la cual uno de sus principales agresores es justamente la fuerza pública. Esta última, que está obligada a proteger sus derechos como ciudadanía, en realidad los pisotea.

Por eso, el día del orgullo se debe conmemorar como una acción democrática en vía de la lucha contra todo tipo de discriminación, es necesario visibilizar lo que queremos hacer ver y explicar como normal, pero sobre todo debemos seguir luchando por los derechos que permitan a todas las personas tener una ciudadanía plena. La lucha por la soberanía, la producción, el trabajo y la democracia van de la mano con la lucha contra la discriminación.

*’Estrés, salud y bienestar de las personas LGBTI en Colombia. Resultados de una encuesta nacional’ realizado por el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles

Compartir publicación

Buscar artículo

Entradas recientes

Categorías

Autor